Detenidos, Trafico de Drogas y Armas | Abogado Penal Francia

Defensa Penal de detenidos por tràfico de drogas, armas, seres humanos, nuestros abogados penalistas se han especializado en casos de delitos graves, cubrimos con nuestro servicio toda Francia y Europa, Contactanos: París Estrasburgo Marsella Perpignan Lille Nantes Biarritz Burdeos Lyon Annecy Avignon Colmar
abogados traficos de estupefacientes

En caso de acusación por delitos que tipifican el tráfico de armas, es primordial contar con el apoyo de un abogado experto en defensa penal (blanqueo de capitales o lavado de dinero - homicidio, asesinatos, narcotràfico)
Pero no es suficiente que el letrado posea calificación como graduado de Derecho, sino que, en vistas a la envergadura de este grupo de delitos, se precisa un abogado especialista en la rama del derecho penal. También, y por la misma razón antes dicha, se requiere, si se aspira a una defensa eficaz, que se trate de un abogado penalista con vasta experiencia, que posea un nutrido aval de casos atendidos de esta naturaleza.

¿Por qué tantas especificaciones para elegir un abogado en estos casos?

De la persona que ha sido acusada de algún delito vinculado a la actividad ilícita que se denomina como  tráfico de armas, puede decirse, sin temor a exagerar, que se encuentra en un GRAVE problema.

Y sin que el ánimo sea “asustar” mediante estas líneas, procedemos a contestar, con la intención de crear claridad absoluta, eso sí, sobre la verdadera situación en que se encuentra un acusado de tráfico de armas, las preguntas que con frecuencia las personas se plantean sobre este tema:

¿Cuán grave es el delito de tráfico de armas?

La gravedad de cualquier delito, y, consecuentemente, el ahínco con que se persigue, y la severidad con que se castiga, va a depender de su peligrosidad social. Y es que la peligrosidad es lo que mide el daño que determinado actuar puede causar a bienes jurídicos protegidos, de ahí que se califiquen como antijurídicos, y se recojan como hechos punibles en las legislaciones penales de los Estados.

En concreto el tráfico de armas es una actividad que conlleva a que exista, y se mantenga en incremento, un flujo de armas que escapa del control del Estado. Las armas que circulan a través de este mercado negro van a parar a manos de grupos paramilitares, promotores de guerra de guerrillas, organizaciones criminales, grupos terroristas y otros entes semejantes.

La provisión de armas de esta forma indiscriminada es un factor determinante en el aumento de la criminalidad, el nivel de violencia, las guerras entre pandillas, el fortalecimiento de mafias y otras asociaciones propias del crimen organizado, elementos todos que corroen la sanidad de la sociedad, y atenta contra la paz colectiva, la seguridad nacional y el poder del Estado.

Los Estados destinan grandes recursos para combatir el tráfico de armas, y se trata de un trabajo arduo, pues generalmente es una actividad que se realiza con un alto grado de organización.

Si ha quedado claramente delineada la peligrosidad social que este delito entraña, es suficiente para comprender la gravedad de una acusación de este tipo.

¿Qué puede calificarse cómo tráfico de armas?

El tráfico de armas no es un delito en sí mismo, no es una conducta singular, sino que abarca un conjunto bastante amplio de actuaciones punibles, de una misma familia.
Así, y teniendo siempre como el elemento común que el objeto o cuerpo del delito  son las armas, pueden citarse como ejemplo:


- La construcción o elaboración manufacturada ilegal de armas
- La provisión de materiales y herramientas para ello
- El almacenaje de parques de armamento ilegal
- El transporte
- La exportación e importación
- La distribución
- La comercialización
- La sustracción de armas de los arsenales de cuerpos militares o policiales, o de fábricas lícitas
- El ocultamiento de armamento que hayan quedado ocioso
- La receptación
- La tenencia
- Corredores

En algunos países, las medidas tomadas contra el tráfico de armas son tan enérgicas que usted pudiera ser acusado de ellos por portar armas sin licencia, o teniéndola, por la  portación de un arma no registrada.

La comisión de cualquiera de las conductas antes enumeradas ya entraña de por sí una sanción severa, sin embargo, esta puede agravarse considerablemente si el acusado es miembro de cualquier cuerpo armado, léase militar, policía, personal de seguridad, etcétera, o si pertenece al crimen organizado.

¿Qué elementos se consideran armas a los efectos de la tipificación de estos delitos?

Es incorrecto creer que solo las armas de fuego son objeto de estos delitos. Es muy amplia la gama de artículos que integran este concepto.  Para facilita la respuesta a esta interrogante, dividámoslas en tres grupos:

1.    Armas de Fuego y Armas Blancas
Aquí tenemos: Fusiles, revólveres, fusiles de asalto, pistolas ametralladoras, fusil francotirador.
Cuchillos de combate, cuchillo balístico, cuchillo de trinchera
Y también el armamento pesado: Lanzagranadas, morteros, misiles, lanzacohetes.

2.    Armas Biológicas y químicas
Aquí entran tanto los tóxicos no orgánicos, como los patógenos vivos, como virus o bacterias. También los medios o dispositivos que se usan para su propagación, su producción, su almacenaje, etcétera.

3.    Material de guerra
Este es el grupo más abarcador y más variado. Incluye: Municiones, explosivos (TNT, C-4, dinamita, granadas, minas, materiales radioactivos) ropa y calzado militar, útiles de infantería, medios de protección corporal.

¿La acusación por tráfico de armas puede derivar en otras acusaciones por delitos diferentes?

Definitivamente sí.
El tráfico de armas es una actividad enormemente lucrativa. Pero, al ser ilegal, las ganancias deben forzosamente ser ocultadas. Por lo tanto, del tráfico de armas se derivan otras tipologías delictivas, como: Blanqueo de capitales, corrupción administrativa, corrupción judicial,  fraudes fiscales, y muchísimos otros tipos penales similares.


El mismo inmenso lucro señalado antes, entraña una feroz competencia entre los mercaderes del submundo, que conllevan a guerras entre los grupos criminales que luchan por la dominación en el mercado. De esta situación se derivan: asesinatos, venganzas, ejecuciones en masa, secuestros, extorsión,  etcétera.

Convencidos de que no caben dudas de la gravedad de la situación cuando pesa sobre alguien una acusación de este tipo, solo resta insistir en la recomendación con que comenzamos este artículo: Solicitar apoyo legal, haciéndose representar por un abogado diestro, un penalista hábil, experimentado, curtido por los vientos de innumerables procesos por tráfico de armas y delitos derivados.